«DESEOS INFINITOS»
Hay deseos infinitos que prolongaré en este desconsolado tiempo,
Hay sueños incumplidos
que esculpiré para convertirlos
en contadas realidades,
Hay fantasías sin rostro
que vigilan mis fábulas recordándome
los abrazos que arropé,
Hay fantasmas intensos
que se visten con el traje de las ilusiones
y puse en el tejado de mis recuerdos,
los coloqué entre
mis utopías,
mis novelas,
mis versos,
mis esperanzas y
mis anhelos,
Hay baladas abatidas en
el interior de mis poesías,
Hay suspiros incumplidos en mi escritura,
Hay infinitos deseos que
no son más, que gritos entristecidos.
Texto: Esther Lara
«MI MEMORIA ME LLEVA A TI»
Mi memoria, celosa, me susurra al oído
la carantoña de tus recuerdos,
Mi memoria, impaciente, me reclama
la llama de tu desvelo,
Mi memoria, incansable, me aconseja
sosegada cómo conquistar tus sentimientos,
Mi memoria, exaltada, me lleva a ti
intentando seducirte por momentos.
Texto: Esther Lara
“TU SUEÑO”
Tu sueño permanece en mí, preso de mí
noche más eterna,
¡letargo de mis pensamientos!
¿por qué no me acompañas en mis desazones?
¿Por qué no despojas mis madrugadas?
¿Por qué no truncas la más íntima
vigilia de mi alba?
Quiero que juntos
miremos al infinito,
revivamos la niñez,
llenemos de flores
los tornados amaneceres
en estos tiempos de tan triste cielo,
Málaga es celosa
De tu hermosura,
el aire se congela con tu ronroneo,
brillan por si solas las riquezas de tus sombras,
¡No me evapores!
cuando las flores bruscamente desvanezcan,
cuando tu mirada llene de melancolía mis lágrimas,
cuando el olvido nos abandone,
mi memoria, algo torpe,
mantendrá eterno en mí,
el más dulce de tus sueños.
Texto: Esther Lara
«QUIZÁS»
Quizás te soñé, mi pluma testaruda
se alzó al descuido observando
tu cuerpo, reconociendo los sonidos
de la mar, olvidando el sabor del viento,
Quizás te imaginé, en las casas deshabitadas
tu pureza buscó mi memoria reinando
con tus ojos mi pasado, avivando
tu olvido en mi recuerdo, reconociendo
tu sonrisa en mi aliento,
Quizás te busqué, en la inquieta cordura
de mi memoria, en la linterna de tu danza,
en las regiones de mi cuerpo,
Cuanto antes, amor, ¡Cuánto antes!
tu descuido atienda a mi pecho
para alejar nuestras viejas heridas,
convertiremos nuestro aliento
en un amor sin medida.
Texto: Esther Lara